Me diagnosticaron a mi hijo con autismo grado 2, a los 4 años de edad, aunque desde los 2 años lo estuvieron revisando porque se comportaba diferente
Empecé a notar que no sostenía la mirada, no jugaba con otros niños, y no decía casi ninguna palabra mucho menos una frase completa
Una prima me comentó de esta página y aunque la seguí por un año, viendo testimonios y tratando de entender como era su funcionamiento, tuve muchas dudas y la verdad hasta tuve miedo, en estas vacaciones Luis empezó a comportarse muy mal, ya no me obedecía en nada, empezó a aventar todo lo que encontraba cuando no ocurría lo que él quería, empezó a pelear todos los días con su hermano, me tiraba las sillas, las mesas, todo, hubo 2 ocasiones que hasta pensé que esta convulsionado porque no reaccionaba solo gritaba y tenía unas fuerzas que yo ya no podía con él, recuerdo mucho la última vez me puse casi arriba de él y ya no le hable solo lo abraze muy fuerte, yo me sentía tan desesperada como él, me preocupaba nucho que al entrar a la escuela siguiera igual, o se hiciera daño o un mal golpe a su hermano, entonces en la semana siguiente pensé si la terapía no le hace bien tampoco mal, así que lo voy intentar, hice una cita y esto paso
Iba con temor porque dije para empezar no se va dejar, y ya iba yo preparada para todo un shouw, y cual fue mi sorpresa empezó el terapeuta a platicarnos un poco y mi hijo se quedo quieto después le pidió recostarse y lo hizo muy bien, salimos de ahí y dije bueno veré que pasa en los siguientes días
Me empecé a dar cuenta que sus arranques eran menos frecuentes y se calmaba mucho más rápido empezó decir frases cortas pero con sentido cosa que antes no hacía hasta que yo se lo pidiera ahora, dice cosas sin ayuda, lo más sorprendente fue que entro a la escuela el día que fuimos a conocer a su maestra fue difícil porque era una escuela nueva y no lo acepto tan fácil, pero cual fue mi sorpresa el día de su primer clase me llamo la maestra y me dijo su hijo lo esta haciendo muy bien, hizo todos sus trabajos, no lloro, no pelio, obedeció instrucciones y para mi sorpresa comió muy bien cosa que jamás hizo en dos años en su otra escuela, eso me puso muy feliz
Recomendaría ampliamente estas terapias, ser mamá de un niño autista para uno es muy difícil imagínense parañ. ellos, el autismo no se quita, pero podemos ayudarlos hacer su mundo más fácil, punto importante mi hijo apenas lleva 2 terapias y sus cambios han sido muy buenos,
Sandy Peña